La Reputación digital es muy importante, sabia usted que hay un efecto psicológico llamado el efecto aura. El efecto aura es que todo lo que se conecta a una persona de una u otra forma se relaciona en características con ella automáticamente. ¿Qué significa esto? Por ejemplo, yo trabajé en Microsoft por mucho tiempo, entonces cuando la gente me saludaba me decía “Hola Rodolfo, mucho gusto, trabajas en Microsoft, ¿no es cierto? Tengo una situación y quisiera ver si me ayudas, necesito poner en un correo electrónico de Word y…” Entonces, automáticamente el efecto aura era: Rodolfo trabaja en Microsoft, conoce la parte de tecnología, conoce el software, entonces, me puede ayudar a resolver mi problema. Entonces, ese efecto aura es lo mismo cuando nos ven tomando licor, gritando y celebrando muy animosamente en una fotografía. Tiene un efecto aura: persona que aparece tomando licor celebrando y gritando… persona que puede tener un problema de alcoholismo, persona que podría no ser responsable, persona que tiene “equis o ye” problema y estos “equis o ye” problema son problemas adicionales que pueden restar a la relación que puedo tener con él, y más si estoy pensando en una relación de negocios. En este caso, la persona puede ser automáticamente descartada cuando llegue el momento de querer buscar a alguien para un proyecto o una oportunidad de negocios.
Entonces, nuestra reputación digital y la forma en la que manejamos nuestras propiedades digitales y redes sociales nos puede subir o restar puntos. Por otro lado si tenemos una imagen en internet muy bien elaborada nos puede sumar puntos. Es decir, no es lo mismo salir en “esa foto” en shorts, tomando, enfiestado, que salir vestido de forma elegante y mostrando nuestro trabajo.
Algunas personas podrían decir: “bueno, pues, es mi vida. O sea, yo lo quiero compartir con mis amigos.” Si ese es su caso, entonces compártalas sólo con sus amigos. Para eso hay lugares y formas que nos dan privacidad aun en este mundo conectado. Mucha gente dice “las redes sociales son muy inseguras”, en mi opinión, redes sociales como Facebook son un buen ejemplo del internet más seguro que hay. Todas las redes sociales tienen niveles de privacidad y niveles de seguridad muy altos en los que podemos compartir con círculos pequeños de personas la información más privada. Esto se puede lograr a través de la creación de distintos grupos de gente. Podemos limitar de diferentes formas lo que cada grupo de personas puede ver o no en nuestros perfiles. De esta forma, la gente con la que tenemos relaciones estrictamente profesionales sólo verá lo que nosotros queremos que vean y, nuestros amigos, nuestro círculo más cercano, podrán ver todas esas fotos y esos comentarios que no son tan profesionales.
A lo largo de los siglos, los grandes pensadores y líderes han hablado del valor de tener una buena reputación. Sin embargo, la reputación sigue siendo un concepto difícil de alcanzar, amorfo, que nos hace recordar la declaración de el juez Potter Stewart de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos cuando en un polémico caso se refirió a la pornografía dura “es difícil de definir; sin embargo la reconocerás cuando la veas”
Definitivamente la Reputación afecta a todo – En esta Era Conectada medir el Retorno en Reputación (ROR) es más estratégico que medir el Retorno en Inversión (ROI)
Debemos ver a la reputación como un activo intangible que se convierte en una ventaja competitiva, que aunque no te pertenece por que son los demás quienes te la dan, en proporción a la creación de valor que tú das, además de ser irremplazable es muy difícil de imitar.
Lo he dicho en muchas de mis conferencias de Personal Branding: “Atraer y conectar es mejor que perseguir y convencer”, estoy convencido de esto porque lo he vivido en carne propia.
Como la belleza, la reputación es un imán que atrae la atención de las personas. Una buena reputación puede darle acceso a las mejores oportunidades, a los mejores talentos, a los mejores clientes, facilita el acceso a capital y puede aumentar considerablemente el precio de las acciones en la bolsa de valores. Los productos y servicios que gozan de una buena reputación siempre están en demanda, sus usuarios y compradores (y las comunidades a las que ellos pertenecen) los aman y defienden.